
Nuestra historia
Allá por los años 20 del siglo pasado dos hombres empezaron, cada uno por su lado, a trabajar el cerdo ibérico. Uno de ellos era Justo Martín y el otro era Cecilio Matas. En la provincia de Salamanca, uno en Guijuelo y otro en Ledrada comenzaron a explotar el cerdo ibérico y sus productos. Aprendieron a alimentar correctamente a los animales para extraer de ellos los mejores productos y llevar a la mesa un alimento rico tanto en sabor como en propiedades beneficiosas para la salud.
Con el paso de los años y tras cuatro generaciones de descendientes de aquellos tempranos MARTÍN-MATAS el aprendizaje tanto en manejo animal como en la elaboración de nuestros productos se hace patente al degustar cualquiera de los manjares de nuestra marca.
Con la naturaleza por bandera y el buen trato animal como norma nuestros productos ofrecen tanto una sostenibilidad como una calidad inigualable.
En secaderos naturales ubicados en Guijuelo y Ledrada nuestros expertos someten a cada pieza a un trato individualizado y en nuestra manera de salar, secar y curar el jamón se sigue intuyendo a la perfección la forma artesanal de producir que nos enseñaron nuestros abuelos.
Tras casi un siglo de selección de raza de nuestros animales y de pruebas en fabricación podemos decir que hemos llegado a un punto óptimo que mezcla lo mejor de lo artesanal con lo bueno que nos ofrecen las nuevas tecnologías para poder lleva a los paladares más selectos un producto único.